Cambios estructurales en el sistema de educación superior han asegurado mayores oportunidades de acceso a sectores históricamente excluidos. La implementación del sistema de gratuidad, el Programa de Acceso Equitativo (PACE) y aquellas becas y mecanismos creados por las propias universidades, han impulsado el arribo de estudiantes procedentes de la modalidad técnico profesional a la educación superior.
"Como académicos universitarios comenzamos a experimentar cada vez más la presencia en el aula de un estudiantado con un perfil que se aleja de los modelos tradicionales, y en consecuencia plantea nuevos desafíos a la docencia", comenta la investigadora Claudia Concha, de la Universidad Católica del Maule, a juicio de quien estos estudiantes "son invisibilizados en el aula universitaria".
En ese escenario, surge en Claudia y su equipo el interés por investigar cómo las universidades modifican su cultura institucional para favorecer la permanencia de estos estudiantes y revisar la experiencia de integración académica y social que viven estos jóvenes.
"El estudio cobra relevancia en tanto invita a las instituciones de educación superior y al propio sistema a visibilizar la especificidad del estudiante de origen técnico profesional y a tomar conciencia de las implicancias que tiene el habitus institucional en la permanencia y éxito académico de estos estudiantes", subraya la investigadora.
¿CUÁL ES SU PRINCIPAL RESULTADO?
"La utilización de un enfoque cualitativo permitió una amplitud de hallazgos que exceden los objetivos de investigación. Destacan la identificación de los perfiles de las universidades estudiadas y su cultura institucional, los que actualmente se encuentran tensionados e incluso en transformación, producto de las exigencias que se derivan de las políticas públicas en su afán de avanzar hacia la universidad compleja. Adicionalmente, en relación al estudiante, el reconocimiento de trayectorias escolares deficientes, y determinadas por aspectos estructurales como la segregación escolar, lo que añade desventajas en la adaptación a la vida universitaria.
Ahora en términos de los objetivos de la investigación, destacan, en primer lugar, el rol que juegan los académicos en el proceso de integración de los estudiantes al sistema universitario. A esto se suma la relación muchas veces tensionada del habitus académico o disciplinar ya que deben conjugar en su quehacer cotidiano, la docencia, la investigación, la gestión y el vínculo con el entorno. En segundo lugar, se evidencia el desajuste entre las políticas públicas, y las necesidades formativas que demandas estos estudiantes. En tercer lugar, los estudiantes viven la integración académica y social desde su experiencia de segregación, con una conciencia de posición de clase desventajada desde la cual movilizan capacidad de agencia para su permanencia y progresión.
Finalmente, el estudio muestra que el mayor acoplamiento entre habitus individual e institucional se da en aquellas instituciones que, junto con disponer de un tiempo de madurez en la instalación de proyectos educativos y mecanismos de gestión para su implementación, logran alcanzar aprendizajes y permear la cultura institucional".
¿QUÉ CAMBIOS IMPULSARÍAN EN EL SISTEMA A RAÍZ DE SU ESTUDIO?
"Dada la complejidad del fenómeno, consideramos que los cambios que se deben impulsar requieren distintas líneas de acción, por una parte, resulta fundamental invitar a los diversos actores del sistema de educación superior a reflexionar sobre el nuevo perfil del estudiante y sus demandas formativas.
Asimismo, desde una perspectiva estructural, también resulta necesario discutir la implementación de un indicador de vulnerabilidad universitaria (IVU), que permita vincular la asignación de recursos con las necesidades formativas de este tipo de estudiantes. Dado el costo que significa acompañar la trayectoria del estudiante EMTP y las desigualdades que esto promueve en las condiciones de acceso y permanencia".
Por otra parte, los resultados muestran que el éxito de la gestión institucional radica en la creación de un modelo capaz de transitar hacia una de gestión más colaborativa, de tal manera es importantes asegurar transformación en las prácticas organizacionales y compromiso de los diversos actores. Por tanto, se propone relevar nuevas formas de liderazgo directivo en las instituciones que promuevan el dialogo y participación de la comunidad, como factores relevantes para transformar la cultura.
Esta investigación considera, en un contexto de creciente acceso de esta población históricamente excluida, que es necesario "revisar la articulación en los niveles de enseñanza media técnico profesional, la formación técnico profesional y el pregrado universitario. Y, sería, muy deseable en el ámbito del aseguramiento de la calidad, contar con una evaluación diferenciada para las instituciones que trabajan con este tipo de estudiantes".